Cincuenta Años
en la Iglesia de Roma

Por Carlos Chíniquy

CONTENIDO

Dedicacion y Prefacio del traductor

CAPITULO 1
La Biblia y el sacerdote de Roma

CAPITULO 2
Mis primeros días de escuela en St. Thomas — El monje y el celibato

CAPITULO 3
La confesión de los niños

CAPITULO 4
El pastor azotado por sus ovejas

CAPITULO 5
El sacerdote, el purgatorio y la vaca de la pobre viuda

CAPITULO 6
Festividades en la casa parroquial

CAPITULO 7
Preparación para la Primera Comunión — Iniciación en la idolatría

CAPITULO 8
La Primera Comunión

CAPITULO 9
Educación intelectual en el colegio Católico-romano

CAPITULO 10
La instrucción moral y religiosa en colegios Católico-romanos

CAPITULO 11
Niños Protestantes en los conventos y colegios de Roma

CAPITULO 12
Roma y la educación — Por qué la Iglesia de Roma quiere destruir las escuelas de los Estados Unidos — Por qué se opone a la lectura de la Biblia en las escuelas

CAPITULO 13
Teología de Roma: Su carácter anti-social y anti-cristiano

CAPITULO 14
El voto de celibato

CAPITULO 15
Las impurezas de la teología de Roma

CAPITULO 16
Los sacerdotes de Roma y los Santos Padres — Cómo juré abandonar la palabra de Dios para seguir la palabra de hombres

CAPITULO 17
El sacerdocio Católico-romano — Idolatría antigua y moderna

CAPITULO 18
El dogma de transubstanciación — Paganismo antiguo con un nombre Cristiano

CAPITULO 19
Vida vicarial en St. Charles — Cómo la Iglesia sobrevive las inmoralidades y la corrupción de sus sacerdotes

CAPITULO 20
Melancolía en el gran banquete de los sacerdotes — La hermana maniaca del Rev. Sr. Perras

CAPITULO 21
Soy designado vicario del cura de Charlesborough — La piedad, vidas y muertes de los Padres Bedard y Perras

CAPITULO 22
Simonía — Extraño tráfico sacrílego del supuesto cuerpo y sangre de Cristo — Enormes cantidades de dinero sacadas de la venta de misas para librar las almas del purgatorio — La Sociedad de Tres Misas abolida y la Sociedadde Una Misa establecida

CAPITULO 23
Misas canadienses vendidas en París con descuento

CAPITULO 24
Hospital Marinero de Qüebec — Primera vez que llevo le bon dieu (el dios oblea) secretamente en la bolsa de mi chaleco

CAPITULO 25
Dr. Douglas — Mi primera lección sobre la abstinencia — Estudio de la anatomía — La obra destructiva del alcohol en el cuerpo humano — La asesina de su propia hija — Yo abandono para siempre el uso de bebidas embriagantes

CAPITULO 26
Conversiones de Protestantes al Romanismo — El metodo extraño del Rev. Parent de abordar y convertir a Protestantes — Cómo espiaba a los Protestantes por medio del confesionario — Yo convenzo a 93 familias a volverse Católicos

CAPITULO 27
Los homicidios y robos en Qüebec entre 1835 y 1836.— Excursión nocturna con dos ladrones —La restitución — El alba de luz

CAPITULO 28
Chambers y sus cómplices condenados a muerte — Me piden prepararles para su terrible destino — Una semana en su calaboso — Su sentencia cambiada a exilio en Botany Bay — Su salida a exilio — Encuentro uno de ellos un convertido sincero muy rico y con una posición muy honorable en Australia en 1878

CAPITULO 29
Los milagros — Ataque de fiebre tifoidea — Aparición de Sta. Ana y Sta. Filomena — Mi curación repentina — El cura de St. Anne du Nord
casi un Protestante disfrazado

CAPITULO 30
Mi nombramiento como cura de Beauport — Degradación y ruina de ese lugar por la borrachera — Mi oposición inútil a mi nombramiento
— Preparación para establecer una sociedad de abstinencia — Escribo al Padre Mathew por consejo

CAPITULO 31
La mano de Dios en el establecimiento de una sociedad de abstinencia en Beauport y sus alrededores

CAPITULO 32
Fundación de las sociedades de abstinenciasen las parroquias vecinas — Me ordena tomar mi obispo — Monseñor de Forbin Janson, Obispo de Nancy me defiende públicamente contra el Obispo de Qüebec y rompe para siempre la oposición del clero

CAPITULO 33
El dios de Roma comido por ratas

CAPITULO 34
La visita de un extranjero Protestante que tira una flecha a mi alma sacerdotal que nunca fue quitado

CAPITULO 35
Soy enviado a suceder al Rev. Sr. Varín, cura de Kamouraska — Severa oposición de ese cura y la gente — Horas de desolación en Kamouraska — El Buen Maestro calma la tempestad

CAPITULO 36
Organización de la sociedad de abstinencia en Kamouraska y susalrededores — La muchacha disfrazada de hombre en el servicio a los curas de Qüebec — Asustado por los escándalos, abandono mi parroquia para entrar a los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil

CAPITULO 37
Noviciado en el monasterio de los “Oblatos de María Inmaculada” de Longueuil — Algunas de los miles de acciones de necedad e idolatría en la vida de un monje — El sistema de espionaje — La caída deplorble de un padre y el Gran Vicario Qüiblier — Enfermoen el Hotel Dieu de Montreal — Hermana Urtubice confirma a María Monk — Los dos misioneros a los leñadores — La opinión de uno de los mejores padres Oblatos sobre los monjes y el monasterio

CAPITULO 38
Acepto la hospitalidad del Rev. Sr. Brassard de Longueuil — Doy mis razones por salir de los Oblatos al Obispo Bourget — El me presenta un crucifijo espléndido bendecido por el Papa y acepta mis servicios en la causa de abstinencia en la diócesis de Montreal

CAPITULO 39
Preparación para el último conflicto — Longueuil la primera para aceptar la abstinencia — En 200 parroquias, 200,000 personas hacen la promesa — Soy nombrado oficialmente “Apóstol de Abstinencia de Canadá”

CAPITULO 40
Mi sermón sobre la Virgen María — Primeras dudas serias acerca de la Iglesia de Roma — Fiel discusión con el obispo de que los Santos Padres se oponen a la adoración moderna de la Virgen

CAPITULO 41
Nuevas dudas al no encontrar las doctrinas de mi Iglesia en los escritos de los Santos Padres — El purgatorio y el lechón de hombre pobre de Varennes

CAPITULO 42
Carta del Rev. Obispo Vandeveld de Chicago — Gran proyecto de los obispos de los Estados Unidos para tomarposesión del rico valle Mississippi y las llanuras de Oeste para dominar esa gran república — Quieren ponerme al corazón de la obra — Mis discursos sobre la abstinencia en Detriot

CAPITULO 43
Mi visita a Chicago en 1857 al Obispo Vandeveld — Su predecesor envenenado — Las llanuras magníficas del Oeste — Mi regreso a Canadá — Carta animando a la emigración — Malos sentimientos del Obispo Bourget — Rehuso mandar a una mujer rica a un convento para enriquecer al obispo

CAPITULO 44
El complot para destruir mi reputación — La Suspensión —El retiro al colegio de los Jesuitas — La muchacha perdida empleada por el Obispo retracta — El Obispo confundido ve su injusticia y la corrige

CAPITULO 45
Llego a Chicago — Selecciono el lugar para mi colonia — Construyo la primera capilla — Gran éxito de la colonia.

CAPITULO 46
Intrigas, imposturas y vida criminal de los sacerdotes en Bourbonnais — Indignación del Obispo — La gente expulsa al sacerdote criminal de su parroquia — Mi fe en la Iglesia seriamente conmovida

CAPITULO 47
La colonia crece — La nueva capilla quemada por incendiarios — El Obispo Vandeveld reemplazado por el Obispo O'Regan — El obispo exija mi casa y mi jardín

CAPITULO 48
Papa Pío IX proclama el nuevo dogma de la Inmaculada Concepción de María — Mis feligreses hacen preguntas difíciles

CAPITULO 49
Mi hermosa penitente me enseña las abominaciones de la confesión auricular

CAPITULO 50
Mala conducta de los sacerdotes en el retiro ecclesiástico — El Obispo me prohibe distribuir la Biblia

CAPITULO 51
Actos públicos de simonía — Robos del Obispo O'Regan— El clamor general de indignación — Determino resistirle directamente — El emplea al Sr. Spink para mandarme a la cárcel — Abraham Lincoln me defiende — Mi querida Biblia llega a ser más que nunca mi luz y mi consejero

CAPITULO 52
La tiranía del Obispo O'Regan sobre los canadiensesfranceses de Chicago — El decide a echarme de mi colonia y enviarme a Cahokia — Publica que me ha suspendido — Mi gente le envía una delegación — La falsa excomunión por tres sacerdotes borrachos

CAPITULO 53
Mi gente me pida que me quede — Soy juzgado en Urbana por inmoralidad — La ansiedad de Abraham Lincoln — La señorita Moffat enviada por Dios para salvarme —La confesión y angustia de Lebel — Mi inocencia reconocida — Conducta y palabras nobles de Abraham Lincoln

CAPITULO 54
El complot de los obispos para dominar la ciudades —Roma, el enemigo implacable de los Estados Unidos

CAPITULO 55
Mi primera visita a Abraham Lincoln para advertirle de los complots contra su vida que yo sabía — Los sacerdotes circulan el rumor de que Abraham Lincoln nació en la Iglesia de Roma — Carta del Papa a Jeff Davis — Mi última visita al Presidente — Su disposición a morir por su nación

CAPITULO 56
Abraham Lincoln, un verdadero hombre de Dios — El asesinato por Booth, el instrumento de los sacerdotes — La casa de Mary Surratt el lugar de reunión de los sacerdotes — Juan Surratt protegido por los sacerdotes — Las noticias del asesinato conocido en St. Joseph Minnesota 4 horas antes que ocurrió

CAPITULO 57
Dos sacerdotes, Brassard y Desaulnier, enviados por los obispos de Canadá para persuadirnos a someternos al Obispo O'Regan — Ellos reconocen públicamente que el obispo está equivocado y que nosotros tenemos la razón — Consiento en retirar mi pleito bajo ciertas condiciones — Desaulnier nos traiciona para ser puesto a la cabeza de mi colonia — Mi última entrevista con ellos

CAPITULO 58
El Sr. Desaulnier es nombrado Vicario General de Chicago para aplastarnos — Nuestra gente se une más que nunca para defender sus derechos — Cartas del Obispo de Montreal contra mí y mi respuesta — El Sr. Brassard forzado contra su conciencia a condenarnos — Mi respuesta al Sr. Brassard — El escribe, pidiendo perdón

CAPITULO 59
Envío al Papa Pío IX y a Napoleón, Emperador de Francia, los documentos legales y públicos probando la mala conducta del Obispo O'Regan — El gran Vicario Dunn manda decir de mi victoria en Roma — Voy a Dubuque para presentar mi sumisión al obispo — La paz sellada y públicamente proclamada por el Gran Vicario Dunn el 28 de marzo de 1858

CAPITULO 60
Excelente testimonio de mi obispo — Mi retiro — El Gran Vicario Dunn me escribe acerca de la nueva tempestad preparada por los Jesuitas — Rehuso quitar la Palabra de Dios de mi sumisión — Soy librado del sacerdocio — Visión: Cristo se ofrece a mí como un Don — Soy perdonado, rico, feliz y salvo — Vuelvo a mi gente — Más de mil entran en la tierra prometida

CAPITULO 61
Suavemente guío a mi gente fuera de sus supersticiones — Desechamos el nombre de Católico-romanos — El asombro de los obispos — Duggan, coadjutor de St. Louis, viene a St. Anne a persuadir a la gente a someterse a su autoridad — Huye temiendo por su vida

CAPITULO 62
Vista panorámica de los eventos importantes después de mi conversión — Mis escapes por un pelo — El final del viaje por el desierto hacia la tierra prometida

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